La vocación de AMASCAL es mayorista, no tanto por el tamaño de sus asociados como por el tipo de operaciones y clientes a los que se dirigen. Agrupa así a los más conocidos como mayoristas, almacenistas o distribuidores, frente al minorista o tienda.
La pretensión es establecer una vía de comunicación entre los distintos tramos de la distribución que va desde el fabricante a las pequeñas tiendas.